Ecuador. Una maravilla. Libres y en estado natural en plena selva. Así, ellos, los habitantes de la comunidad indígena kichwa Zancudo Cocha (corazón del Cuyabeno), tienen el privilegio de encontrarlos en su hábitat al jaguar, al puma, al oso hormiguero gigante... Y ahora aún más, los inmortalizan gracias a esa magia de la tecnología. 

Es que los comuneros decidieron acoger en su territorio a la inédita propuesta de instalar un sistema de 60 'cámaras trampa', con el impulso del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

Aprendieron cómo hacerlo y se adentraron en sus bosques para instalar los dispositivos en sitios estratégicos, como saladeros, bebederos y otros espacios a donde suelen acudir las especies, sobre todo en busca de alimento.

Esta experiencia, a Claudia Gualinga, monitora de biodiversidad y profesora de la comunidad, le resulta muy interesante, porque considera que esta labor les permite conocer mucho mejor su territorio. "Es inmenso (172.000 hectáreas) y algunos no lo conocemos".

Por eso, los habitantes de la comunidad reaccionaron muy emocionados cuando, durante una reunión de socialización, vieron las fotografías captadas por las cámaras trampa. Así lo recuerda Jessica Pacheco, oficial del Programa Bosques y Agua Dulce de WWF.

Saúl Tangoy, uno de los monitores comunitarios, confiesa que "la idea era comparar cuántas especies hay en lugares intervenidos y en los menos intervenidos. Parece que no hubiera muchos animales, pero sí ha habido porque salen en las fotos de las cámaras".

El asombro y cierto temor se apoderaron de los niños cuando vieron las fotos del gran jaguar. Con ellos, según Pacheco, hay que trabajar para que estas especies grandes no sean vistas con algo peligroso, sino como algo importante para el desarrollo de las comunidades, a través del turismo y obtener financiamiento por la conservación.

Para eso, WWF implementa un plan de educación ambiental en cuatro escuelas de igual número de comunidades asentadas en las riberas del río Aguarico.

el Cuyabeno por dentro

Tras los primeros cuatro meses de funcionamiento de las 'cámaras trampa', ya existe un primer resultado. Hoy se cuenta con cientos de imágenes y videos de 20 especies entre felinos, aves, primates y roedores que habitan la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno, provincia de Sucumbíos

Capturaron, pero en imágenes, al jaguar (el felino más grande de América y tercero del planeta), al leopardo, al puma y al oso hormiguero gigante. A estos se los ve en su caminar sigiloso en busca de alimento, en medio de la selva.

"Si los jaguares se encuentran en buen estado, significa que tienen suficientes presas para alimentarse. Lo que a su vez indica el buen estado de las poblaciones de todas las otras especies en la cadena alimenticia, y, por ende, del bosque en general".


También están las fotos y los videos de la guatusa, cabeza de mate, ardilla, halcón blanco, monos capuchino y ardilla, venados marrón y colorado, armadillo gigante, danta... 

El bosque primario (constituye el 79% del territorio comunitario) es el espacio donde se aterriza este proyecto, impulsado con fondos de WWF de Alemania y Bélgica y el Ministerio del Ambiente de Ecuador (MAE).

Así Reserva del Cuyabeno es el laboratorio que pone a prueba la posibilidad de una convivencia armónica entre la comunidad indígena y la selva. Se aprovechó el acercamiento existente a partir de proyectos anteriores.

Todo empezó a finales del 2016. Según Jessica Pacheco, en este entonces se inició la capacitación de los monitores comunitarios. Estos se unieron por iniciativa propia, luego de la socialización del proyecto, y fueron escogidos de acuerdo con el interés que mostraron.

Además, este proyecto de monitoreo biológico, conocido como 'Jaguar', es una iniciativa trinacional de WWF Ecuador, Colombia y Perú. La idea es ejecutarlo en la zona fronteriza de estos tres países.

Doris Coquinque y Leonela Bega son parte del equipo de monitores comunitarios de Zancudo Cocha. Ellas instalan una de las ‘cámaras trampa’.

Juan Pablo Tangoy recopila la información captada por una cámara trampa.

En Ecuador está el Cuyabeno y en Perú se lo ejecuta en la Reserva Nacional de Gueppi. En Colombia todavía se busca definir el lugar, ya que no se pudo acceder a los sitios antes designados por la desmovilización de grupos armados.

Un primer objetivo de esta propuesta es monitorear este territorio para establecer un mecanismo de protección frente a madereros y cazadores furtivos.

Desde la WWF se reconoce que la comunidad Zancudo Cocha, como muchas otras de la Amazonía, "se basa en una economía de subsistencia. Sus pobladores viven de lo que cazan, pescan y siembran en sus chacras".

Aparte, la creciente necesidad de ingresos económicos ha llevado a esta y otras comunidades a involucrarse en actividades como la comercialización de carne de monte. Es decir, a la venta ilegal de carne de guantas, monos, guatusas, venados y más.

El mayor impacto de esta amenaza es sobre una especie emblemática, el jaguar. Al ser un depredador tope, es considerado una 'especie paraguas'. Esto quiere decir que las poblaciones de jaguar resultan un indicador del estado de los ecosistemas.

El problema no es solo interno. Pues son muchas las amenazas externas, como el tráfico ilegal de madera.

Los monitores comunitarios

Para la gente de Zancudo Cocha, esta experiencia constituye una reconexión con la naturaleza, mientras aprenden sobre el bosque, las especies que allí habitan y su importancia para la conservación del ecosistema.  

Hombres y mujeres involucrados en este proceso recibieron el equipamiento. Además, los técnicos de la WWF y del MAE les capacitaron en el manejo de GPS o sistema de ubicación y de las cámaras trampa. Claudia Gualinga, por ejemplo, aprendió a instalarlas, darles mantenimiento, recoger la información de las cámaras en el sitio mismo e interpretar datos.

Paso a paso aprendieron hasta preparar el terreno para montar una cámara, crear una zona de estudio y dar mantenimiento de equipos.

La mejor dosis de motivación la encontraron en cada imagen que han recopilado y por todo lo que en el proceso descubren sobre su territorio.

Más de un año de aprendizaje alcanzó su cúspide en diciembre del 2017. Toda la experiencia y el conocimiento adquiridos por este grupo de monitores se pusieron a prueba en un gran desafío al empezar a monitorear el jaguar.


la utilidad de las imágenes

Las imágenes logradas en la primera etapa de monitoreo del estudio trinacional de jaguar superaron las expectativas. Son cientos de fotos y videos de más de 20 especies de fauna, muchas de estas amenazadas o, incluso, tan desconocidas y extrañas, que aún no se cuenta con un estado de conservación oficial. 

Aquello demuestra, una vez más, que la Reserva de Fauna Cuyabeno tiene una biodiversidad impresionante.

Esta información recolectada proveerá datos actualizados sobre los recursos faunísticos que están presentes en el territorio de Zancudo Cocha. Esto a su vez permitirá definir las zonas de uso del territorio y actualizar su plan de manejo comunitario.

El jaguar en Ecuador se encuentra amenazada de extinción, debido, en gran parte, a la cacería furtiva, según la uicn.

foto nocturna de una Danta o tapir, Conocido como uno de los mamíferos más grandes y corpulentos de Sudamérica.


El puma, una especie en estado vulnerable por la pérdida, degradación y fragmentación de sus múltiples hábitats, además de la cacería. 

un cabeza de mate también fue captado por una de las 'cámaras trampa'.

Un protocolo de procesamiento de la información, recogida mediante las cámaras trampa, facilitará la interpretación de los datos recolectados y traducirlos en información útil para la toma de decisiones.

Jessica Pacheco asegura que "la fuente de proteínas para estas comunidades está en el bosque. Para eso, ellos generalmente cazan. Ahora, la diferencia es que deben tener cuotas alimenticias y una alternativa es conservar la población de venados y chanchos de selva". El monitoreo permitirá saber con el tiempo cómo van las poblaciones de estas especies para establecer planes de manejo y aprovechamiento sustentable. 

A la par, WWF impulsa un programa de educación que busca conectar el aprendizaje con el contexto y entorno local, para lograr un impacto en los objetivos de conservación de la biodiversidad. Para esto, los materiales y actividades se elaboran en base a las imágenes captadas.

Entre tanto, la experiencia de Zancudo Cocha también ha motivado a otras comunidades de la Reserva Cuyabeno a involucrarse en esta actividad. De allí que, WWF anticipa que, junto al MAE, trabajará para ampliar, en este año, ese monitoreo hacia otros territorios comunitarios.

El reto es que las comunidades amazónicas hagan un uso sostenible de los recursos de su territorio para promueve el bienestar del bosque y sus especies. Esto a la vez ayudará a mantener saludables las poblaciones de jaguar.

Bajo ese contexto, este proceso al ejecutarse en tres países vecinos, permitirá entender los hábitos de este felino y, con esta información, contar con criterios claros sobre el estado de conservación y hacia qué zonas para ampliar.

Los monitores comunitarios se adentraron en su selva para colocar las trampas. los resultados son motivantes.

                                                                           *****