Cinco dormideros, dos nidos y varios comideros en el sector de Poetate. Esos detalles ratifican a Nabón, un territorio de cóndores. En sus zonas escarpadas se han visto, al menos, ocho ejemplares en su vuelo majestuoso. 

Los comuneros de Poetate, quizá sin sospechar, rompieron los mitos tradicionales y marcaron un hito en la conservación de esta especie emblemática de Ecuador.

El 25 de noviembre del 2014, decidieron alertar a los funcionarios del Municipio de Nabón, 67 km al ser de Cuenca (la tercera ciudad y al sur de Ecuador) sobre la presencia de una cría de cóndor. La habían visto en la zona de Taqui Curiquingue, en los límites con el cantón Oña.

Hasta que se encariñaron con la cría e incluso la bautizaron como 'la Mari'. Así superaron la idea errónea que se trataba de una especie perjudicial y entendieron que era una ave carroñera, por lo que no ataca a sus animales.

Con el asesoramiento de investigadores y del Ministerio del Ambiente, lograron descubrir que se trataba de una polluela y que se encontraba acompañada de sus padres.

Desde entonces, los comuneros de este cantón azuayo, ubicado a 69 kilómetros al sur de Cuenca, se convirtieron en los referentes para la conservación de esta ave emblemática de Ecuador.

Yessica Naula, directora de Planificación y Proyectos del Municipio de Nabón, recuerda que la comunidad de Poetate se empoderó del cuidado de la polluela, en sus primeros meses de vida.

Para garantizar aún más la supervivencia del ejemplar y evitar presencia de extraños, el Municipio y el Gobierno Parroquial de Poetate contrataron un guardaparque.

'LA MARI', POLLUELA DESCUBIERTA POR LOS COMUNEROS DE POETATE EN EL 2014 SE CONVIRTIÓ EN UN EMBLEMA PARA NABÓN, 69 KM AL SUR DE CUENCA. (FOTOS: CORTESÍA GAD MUNICIPAL NABÓN)

A los habitantes de Poetate y a sus vecinos de La Merced, el descubrimiento de 'la Mari' también les permitió dejarse descubrir. A partir de este hecho, sus comunidades se volvieron más conocidas.

Se trata de gente afanosa con sus huertos agroecológicos y cultivos de supervivencia, crianza de chivos y al suigéneris emprendimiento sobre la producción de tequila, a partir del penco que crece en estas tierras áridas.

Tras el hallazgo de 'la Mari', en Taqui Curiquingue se hicieron monitoreos y Nabón participó en los dos anteriores censos nacionales del cóndor.

Así se determinó que también existen nidos y dormideros en comunidades como La Cría y Yarizagua. Además, en el cerro Zapote y en la zona baja de Poetate, junto al río León, a unos 800 metros sobre el nivel del mar.

Los naboneses y algunos visitantes guardan en su memoria aquel memorable día en que pudieron vivir un hecho afortunado. Presenciaron el vuelo de cuatro ejemplares, mientras participaban en el Festival del Cóndor del 2015, en la comunidad de Poetate.

NABÓN APADRINÓ A SUS CÓNDORES

NABÓN SE CONVIRTIÓ EN UN REFERENTE PARA LA CONSERVACIÓN DEL CÓNDOR. EL MUNICIPIO DECLARÓ ÁREA DE CONSERVACIÓN A 10.800 HECTÁREAS DEL HÁBITAT DE ESTA ESPECIE EN EL PROGRESO. (FOTOS: JAIME PLAZA)

La alcaldesa Magali Quezada asumió la decisión determinante de cuidar y conservar al cóndor. Para eso, en el 2016 estableció una Ordenanza para normar una política de protección de los parajes donde habita esta especie.

Así se declaró área de conservación y uso sostenible a 10.800 hectáreas de la parroquia El Progreso. La finalidad es regular las actividades en esta zona, según Yessica Naula, “no con la finalidad de prohibir las actividades agropecuarias, sino que estas se desarrollen en forma amigable con el ambiente”.

La quema de bosques y arbustos es una de las principales restricciones. Aparte de la prohibición absoluta de la cacería del cóndor, hecho que incluso es penado como un atentado contra la naturaleza.

También se incentivan los huertos agroecológicos y la reforestación con especies nativas e impulso a la ganadería sustentable.

Aún más, se impulsan y fortalecen dos rutas turísticas para el avistamiento regulado de cóndores. En dos ocasiones se hicieron los Festivales del Cóndor en Poetate y La Merced, que generaron expectativa nacional e internacional.

En este proceso, el Ministerio del Ambiente aportó con la elaboración del estudio geofísico, ambiental y socioeconómico de la zona para sustentar la ordenanza. Además, entregó un plan de manejo.

Con base en esos elementos y la concienciación de su gente, hoy en Nabón tiene nido y alimento seguros.

102 CÓNDORES SURCAN EL CIELO DE ECUADOR

Los investigadores calculan que en el territorio ecuatoriano habitan entre 98 y 102 cóndores. Esa es una de las principales conclusiones del primer censo nacional, realizado en septiembre del 2015, y que fuera liderado por el Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino y el Ministerio del Ambiente (MAE).    

En ese entonces, se identificaron 70 dormideros (13 de ellos en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas).

Fernando Juela, técnico de vida silvestre del MAE-Azuay, hace una seria advertencia. "De 100 individuos, de ellos menos de 50 juveniles, demuestran que aún existencia incidencia de la caza. Si en Ecuador se continua matando un cóndor al año, la población no va ser viable y, probablemente, en unos 40 años se extinga esta especie".

La cacería y envenenamiento son las principales amenazas. "Existe el conflicto de que la gente tiene ganado cree que el cóndor les causa daño. Pero se trata de una especie carroñera".

Ahora, según el MAE, se prepara el Segundo Censo Nacional del Cóndor de esta especie emblemática en Ecuador, que se realizará el 17 y 19 de agosto.

Esta acción será el Proyecto Paisajes y Vida Silvestre, junto al Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino y la Fundación Cóndor Andino. El objetivo es conocer cuál es la situación actual.

EL RASTREO SATELITAL A CHUNKA


Chunka, un cóndor adulto hembra, reveló información tan valioso y rompió todas las hipótesis sobre su dinámica. A esta ave se la colocó un rastreador satelital en su ala derecha.

Según Fernando Juela, el dispositivo satelital lanzaba cada hora datos de su ubicación hacia una base. Luego de que el investigador filtrara la información, se obtuvieron resultados importantes como la ubicación de, al menos, 70 dormideros.

Antes se creía que los cóndores del norte de Ecuador no eran los mismos que los del sur. Pero se detectó que Chunka, que fuera capturada en la zona del Cotopaxi, en los cinco primeros días voló hacia Ibarra (Imbabura) y de allí bajó a Saraguro (Loja).

No obstante, también se determinó que los juveniles no se desplazan mucho y, más bien, son fieles al territorio donde nacieron, con un rango de movimiento máximo de 100 kilómetros.

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