A su Kawsak Sacha lo conciben como un ser vivo, sujeto de derechos y dotado de conciencia y dignidad. Esa es la cosmovisión del Pueblo Sarayaku sobre sus territorios. 

Esta nacionalidad kichwa, originaria y asentada en el centro de la Amazonía ecuatoriana, presenta al Estado ecuatoriano y al planeta entero la declaratoria de 'Kawsak Sacha' o 'Selva Viviente' como una propuesta de vida.

Cientos de niños, jóvenes, adultos y sabios, mujeres y hombres, dejaron sus comunidades para trasladarse hasta Quito, la capital de Ecuador. Durante cinco días mostraron sus tradiciones y cultura, llegaron con sus tambores y bailes, instalaron pabellones recreando sus hábitats y brindaron con chicha en los tradicionales mukawas (recipientes de cerámica).

LOS YACHAK APORTARON CON SU SABIDURÍA ancestral EN LA ELABORACIÓN DEL AMBICIOSO PLAN.

Pero sobre todo explicaron a unos y debatieron con otros su plan del pueblo kichwa Sarayaku es preservar y conservar de manera sostenible las 135.000 hectáreas en que ellos habitan. Pero también su relación material y espiritual con la selva viviente y con los seres a los que cobija.

Miriam Cisneros, presidenta del Pueblo Sarayaku, exhortó al Gobierno de Ecuador a reconocer a la propuesta Kawsak Sacha como una categoría de conservación desde los pueblos y nacionalidades originarios de la Amazonía.

El mensaje de la líder sarayaku para el presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, es que “los territorios de los pueblos indígenas deben ser administrados de acuerdo con nuestra propia filosofía”. Además, que existen otras formas de desarrollo.


La propuesta Kawsak Sacha incluye:
Administración del territorio
Salud
Fortalecer la educación propia
Sabiduría ancestral
Fortalecer el emprendimiento comunitario: artesanía, ecoturismo, producción, turismo comunitario controlado…


Una de las mayores insistencias de los líderes sarayaku es que sus territorios queden libres de las actividades extractivas, en especial la explotación petrolera.

Cisneros sentenció que “nosotros no necesitamos que las empresas extractivas vengan a explotar nuestros recursos y que nos dejen con grandes problemas socioambientales, culturales y de enfermedades”. Esto significaría la desaparición misma de estos pueblos.

Una propuesta de vida para un pueblo originario

Los líderes del Pueblo Sarayaku que trabajaron en la presentación de la propuesta de Selva Viviente. (Foto: Jaime Plaza)

Transformarlo en realidad a este plan al Pueblo Sarayaku le tomó alrededor de 14 años. Se trata de una nueva ordenza sobre la conservación de territorio y la biodervidad. De allí que la mayor aspiración es legitimarlo.

Este modelo no comulga con el sistema de áreas protegidas y parques nacionales. "Estos han desplazadado a los pueblos indígenas y no son garantes para frenar un proyecto extractivo", es la convicción de José Gualinga, otro de los líderes sarayaku.

También es visto como un nuevo mecanismo efectivo de conservar estos territorios amazónicos. Pero tampoco está separado de propuestas que puedan generar economías solidarias.


"Es un modelo de vida basado en criterios de riqueza de nuestra cultura. Por ejemplo, la existencia en nuestro territorio de ríos no contaminados y con abundantes peces, la vida en el allyu y la fortaleza de nuestra organización.
El Kawsak Sacha es donde vivieron nuestros kallari rukukuna (antepasados), apayayas y apamamas (abuelos y abuelas), padres, madres, donde nosotros vivimos, donde vivirán nuestras futuras generaciones y donde permanecerán los seres protectores de la selva y todos los pueblos originarios".


Este novedoso plan nació en el seno del Pueblo Sarayaku, que fuera reconocido legalmente en 1979. Y en el proceso de su consolidación participaron líderesas como Patricia Gualinga y Nina Gualinga, líderes, yachaks y el acompañamiento de organizaciones como Land is Life.

Mirian Cisneros anticipó que posterior al lanzamiento quieren reunirse con el resto de pueblos y nacionales para proponer su iniciativa. Pues se trata de un modelo paraguas que puede adaptarse de acuerdo a la filosofía de cada pueblo.

También proponen a que los organismos internacionales se adhieran y refrenden esta declaratoria de protección a los territorios gobernados por pueblos indígenas.

LOS LÍDERES SARAYAKU DURANTE EL LANZAMIENTO DE LA PROPUESTA EN QUITO.