Actualizado. Miedo ante el debastador nuevo coronavirus y la tragedia en la que sucumbe Guayaquil, el principal puerto marítimo. En medio de esa sensación, este domingo 26 de abril, casi todos los 17 millones de ecuatorianos cumpliremos 40 días de encierro, desde que el país se declaró en Emergencia Sanitaria

Pero, inaudito, el Gobierno anunció este viernes 24, que desde el lunes 4 de mayo se pasará a la fase de distanciamiento y se retomarán varias actividades.

Confinados en casas o departamentos, muchos en medio de severas limitaciones, sin siquiera poder tomar un poco de sol e ingeniándose maneras para vencer la inactividad y el aburrimiento. 

Entrega a domicilio, una opción para abastecerse, con iniciativas como Agrokawsay, de la Prefectura del Azuay.

La mayoría hace malabares para abastecerse de alimentos, sobre todo porque no disponen de dinero, en especial aquellas familias de escasos recursos de sectores populares y que viven en hacinamiento. Como una luz de esperanza aparecen las donaciones o canastas solidarias como las impulsadas por la voluntaria Karla Morales o del prefecto de Azuay, Yaku Pérez.

Calles, avenidas, parques, plazas, centros comerciales y más sitios que solían ser muy concurridos, hoy están desolados. Todo está paralizado desde el 17 de marzo, pues desde ese día hay suspensión total de la jornada laboral presencial en el sector público y privado (solo funciona el teletrabajo). Se suspendieron los vuelos internacionales y nacionales, y el transporte urbano e interprovincial hasta el 30 de abril.

Desde el 25 de marzo, estamos en Estado de Excepción y con toque de queda a partir de las 14:00 hasta las 05:00 del siguiente día. 

Aunque la gran mayoría de la población hizo caso del #QuédateEnCasa, el virus avanzó hacia todos los rincones de Ecuador. Desde el sábado 11 de abril, en las provincias de Guayas, Los Ríos, Manabí, Pichincha y Azuay el riesgo de contagio ya es comunitario.

El sábado 18 de abril, el Comité de Operaciones Especiales (COE) informó sobre 9.022 casos confirmados (6.150 son de Guayas), de 30.922  muestras tomadas. Los contagios siguieron hasta que el viernes 24, la cifra oficial llegó a 22.719 contagios confirmados (15.365 en Guayas), de 56.513 muestras.

La incertidumbre y quizá la angustia asechan. No es para menos ante el largo encierro, dolor y muerte sin tregua.

Peor aún al ver que esta pandemia agarró a un sistema de salud muy debilitado y una serie de errores de los gobernantes.

El coronavirus encontró a hospitales públicos sin las previsiones urgentes. Escasea el oxígeno. Ni las insistentes llamadas a los sistemas 911 y 171 logran atención urgente para los agonizantes pacientes. En plena batalla, el personal sanitario envió un SOS. En las primeras semanas fueron reiterados los reclamos que el Ministerio de Salud no entregaba los equipos de bioseguridad para la protección de médicos, enfermeras y más. No tienen ni mascarillas.

Así, cientos de médicos, enfermeras y más personal hospitalario se contagiaron. El 5 de abril, el viceministro de Salud, Ernesto Carrasco, informaba que eran alrededor de 1.600, aunque un día después el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, aclaró que son 417. La cifra oficial dice que 10 murieron por covid_19, pero los gremios hablan de, al menos, 50 entre médicos, enfermeras y más. Solo el Colegio de Médicos del Guayas reportó más 40 galenos fallecidos por contagios con el Covid_19, hasta el 9 de abril.

Lo peor, en medio de la emergencia, se detuvo el proceso de importación de insumos médicos, en medio de denuncias de sobreprecios en la adquisición. Eso obligó a la renuncia del presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, ante la presión ciudadana y el pedido de destitución del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social por indicios de corrupción. Semanas antes ya había renunciado la Ministra de Salud.

Tampoco se habían transferidos los recursos económicos para atender la emergencia y el Gobierno prefirió pagar 324 millones de dólares de deuda externa al mecado de bonos. Encima de que todo se politizó, incluida una campaña de ataque del expresidente Rafael Correa y sus seguidores.

la tragedia que enluta a guayaquil

Guayaquil se convirtió en un infierno. Hospitales, ambulancias y personal sanitario sin poder dar abasto a las miles de llamadas de auxilio. 

Iniciativas particulares se activaron para donar ataudes ante la escasez de los féretros. Foto: @PedroPabloDuart

Todo colpasó. Cientos de familias tuvieron que quedarse con sus muertos en casa por varios días. Embalaron los cuerpos con lo que encontraban a la mano, en algunos casos hasta tuvieron que sacarlos a las veredas o a la calle. Para colmo, todo un viacrucis para lograr su sepelio.

Ante ese clamor, el Gobierno central armó la Fuerza de Tarea y, según la información que emitió la tarde del domingo 12 de abril, registró 1.878 levantamientos de cadáveres en hospitales y domicilios (771) de Guayaquil, durante la emergencia sanitaria. Cifras que no cuadran con la de 1.187 personas fallecidas (456 por covid_19 y 731 muertes probables por coronavirus) en todo el país, según los datos oficiales.

El jueves 16 de abril, el ministro Jorge Wated, quien lidera la Fuerza de Tarea, hizo una dura revelación. En los primeros 15 días de abril, Guayaquil registró 6.703 fallecidos frente a los 2.000 de promedio usual mensual. Ese incremento alarmante sería la consecuencia fatal del coronavirus.

Videos particulares que se filtraron dejaron ver un campo santo copado de cadáveres en cajas o fundas negras. Se hacen entierros generales y Wated reconoció que para eso se establecieron parques de la paz o fosas comunes, aunque al inicio de anunció que los cuerpos serían cremados.

Guayaquil se convirtió en un campo de masacre ante una "propagación extremadamente agresiva", como calificó el ministro de Salud.

Esto sería consecuencia de factores y errores de los que muy poco se ha dicho.

* Por presiones, se autorizó jugar dos partidos de fútbol con público en los estadios, pese a que una semana antes se alertó sobre por brotes de contagio y en Guayas ya se reportaron al menos 20 casos positivos de coronavirus. El 4 de marzo se jugó Barcelona-Independiente del Valle, por Copa Libertadores de América. Ese día, acudieron al estadio 22.276 personas, sin contar la gente de organización, periodistas deportivos y más.

Personal del Ministerio de salud entregó folletos en los accesos al estadio de barcelona. Foto: @BarcelonaSC

El 29 de febrero, el Ministerio Salud confirmó el primer caso de coronavirus en Ecuador. Sin embargo, para autorizar el juego las entidades gubernamentales se habían comprometido aplicar medidas sanitarias. Una brigada del Ministerio de Salud entregó folletos de advertencia y un poco de gel antiséptico en manos de los asistentes al estadio Monumental de Guayaquil. Ninguno con mascarilla.

Cuatro días después se jugó el partido Emelec - Aucas, por el Campeonato Nacional, en el céntrico estadio Capwell.

* En Guayaquil, hasta días después de la orden de confinamiento seguían las unidades de transporte público repletas de pasajeros. La gente seguía saliendo de sus casas y la principal justificación es que la economía de miles de sus habitantes, en especial de los sectores marginales, depende del día a día.

* El Alcalde de Samborondón, Guayas, denunció que en el sector La Puntilla se organizaron dos eventos de bodas, en la primera semana de marzo. Se habrían convertido en focos de contagio masivo.

* En las primeras semanas, hubo controles muy blandos para pasajeros que arribaban en vuelos internacionales (también ocurrió en Quito, la capital).

* No conforme con eso, nos mandaron a cuatro días de feriado por Carnaval, del 22 al 25 de febrero. Gente que vino de países donde el coronavirus ya se había propagado se paseó por muchos lugares turísticos de Ecuador.

* Un alto porcentaje de la población de Guayaquil pertenece a los sectores marginales, de aquellos que viven del día a día. Esa condición les obliga a salir en busca del sustento diario, exponiéndose a un alto riesgo de contagio.


nada será igual que antes

Un mes en cuidados intensivos y aún es incierta la mejoría de Ecuador. Las predicciones anticipan que la crisis económica para los ecuatorianos se agravará mucho más. Las empresas comenzaron a recortar su personal con despidos intempestivos masivos.

Bajo el argumento de contar con recursos económicos para afrontar al Covid_19 y sus secuelas, el Gobierno empezó a aplicar una serie de ajustes. La noche del domingo 12 de abril, el presidente Lenin Moreno anunció que, como un mecanismo de austeridad y solidaridad, se reducirá 50% los sueldos del Presidente, Vicepresidente, asambleístas y más funcionarios del sector público. Antes, decidió que se descontará un aporte voluntario porcentual de todos los sueldos mensuales que superen los 500 dólares.

Los 1,9 millones de estudiantes del régimen Sierra y Amazonía intentan seguir en clases virtuales y terminarán el periodo escolar en sus casas. El Ministerio de Educación decidió que este año escolar ya no volverán a las aulas.

Lo cierto es que ya nada será igual que antes. Por mucho tiempo se insistirá en el distanciamiento social, no habrá eventos masivos, la jornada laboral diaria se reducirá de ocho a seis horas (lo que también significará una reducción salarial). Aún más, empezaron los recortes de personal en cientos de empresas privadas. 

En medio de este panorama desalentador y ante la fuerte presión de empresario y banqueros, además del hambre popular, el Gobierno decidió que se empiecen a retomar varias actividades desde el 4 de mayo. La ministra Romo pidió "disciplina y organización". El gran temor es que se expondrá a un grave peligro a miles de vidas, ante el riesgo de contagios  masivos.

ZONAS DE CONCURRENCIA MASIVA COMO EL NORTE DE QUITO, HOY LUCEN DESOLADAS.

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