ECUADOR. Su espíritu indomable lo heredó de sus padres y abuelos desde muy niña, cuando junto con ellos recorría la selva en el Parque Nacional Yasuní y zurcaba en canoa los caudalosos ríos por largas horas. Con esa firmeza, hoy su mayor lucha es para frenar que el extractivismo petrolero carcoma sus territorios, asentados en el corazón de la Amazonía

Y su voz se ha hecho escuchar en las calles y más espacios del país y otros confines. Nemonte Nenquimo lideró la demanda para proteger el hogar de los indígenas waorani y frenar el ingreso de las petroleras en lo que el Gobierno lo ha denominado Bloque 22, en la provincia de Pastaza.  

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Esa es la razón para que la prestigiosa Revista Time la incluyera entre las 100 personas más influyentes del 2020. Su presentación estuvo a cargo nada más y nada menos que de Leonardo DiCaprio. El famoso actor y ambientalista considera que, el año pasado, Nemonte "fue un extraño punto brillante", en medio de una Amazonía devorada por los incendios forestales y confiesa que alguna vez ella le aseguró que no se rendiría en su defensa de la selva frente a las petroleras. "Ella ha cumplido su palabra y continúa siendo una voz y defensora de su comunidad... Tengo suerte de haberla conocido y aún más suerte de haber aprendido de ella".

Con su voz en alto, Nemonte Nenquimo lideró las protestas en las calles de Puyo y Quito en contra de las intenciones petroleras de invadir sus territorios. Y el mayor resultado: el 11 de junio del 2019, la Corte Provincial de Justicia de Pastaza ratificó la sentencia que prohibe el ingreso de cualquier empresa petrolera en 180.000 hectáreas de Territorio Waorani. 

Levantando su voz en las calles en defensa de sus territorios.

Por eso esta designación de Time 100 es un triunfo de todos. Es así como la comunidad Waorani lo asumió con júbilo. "Este reconocimiento lo celebramos colectivamente porque el mundo ha puesto sus ojos en todos nosotros hombres, mujeres, niños, niñas y, especialmente, en nuestro pikenani, que con sabiduría han ido marcando este camino de lucha y compromiso con el cuidado de la selva, que es nuestro hogar".

líder en cada paso por la selva

A sus 15 años, la arrancaron de su selva para llevarla a Quito a "evangelizarla". Allí aprendió a con rapidez a hablar, leer y escibir en español, mientras "conocía la historia de Dios". Más nunca olvidó las creencias de su gente y esas convicciones de la milenaria mujer wao. 

Desde muy niña, experimentó esa conexión con la selva y por eso hoy la defiende. Fotos: Alianza Ceibo y Amazon Frontlines. 

Así resistió durante tres años, pero no sucumbió ante la comida y el ambiente de la capital ecuatoriana. Prefirió retornar a su selva, en Pastaza, para intentar ser maestra en la escuela de Tiwino, una comunidad  waorani. Pero igual renunció ante un ambiente adverso por la presencia invasiva de colonos, petroleras, alcohol, vías y más. "Todo eso afectó la aromía y veía cada vez más conflictos internos en las familias".

Su convicción y espíritu le llevaron a que enseguida se convirtiera en líder de la Asociación de Mujeres Waorani de la Amazonía Ecuatoriana (AMWAE) Junto a más de 400 compañeras, impulsó iniciativas en la elaboración de artesanías y siembra de cacao. A la par, enfrentaban a la caza furtiva incontrolada de la fauna silvestre en sus territorios. 

La denuncia contra la contaminación petrolera.

Hasta que en el 2013 se fue a radicarse en Lago Agrio, en la provincia de Sucumbíos, donde formó la Alianza Ceibo, de la que hoy su máxima dirigente. Lo hizo para fortalecer la luchar contra las petroleras, cuya invasión incluso había obligado a sus abuelos y padres a ser desplazados hacia Pastaza, bajo el pretexto de evangelización, que causó la muerte de miles de waorani. 

Por eso, Nemonte nació (8 de mayo de 1985) en Toñampari, Pastaza. Cuando a sus 6 años, estaba por entrar a la escuela hispana del lugar, su padre prefirió llevar a su familia selva más adentro, a Nemompari, para mantener la esencia. Allí es cuando descubrió esa conexión con la naturaleza, cuando junto con su padre cultivaban la chacra con yuca, plátano y más. Con su abuela, aprendió a pescar y a descubrir las plantas de las que puede extraer los tintos naturales para las artesanías.

Es la tercera de 12 hermanos, hijos de Tiri Nawane Nenquimo Niwa y Manuela Isabel Panchi Padilla, una mujer zápara-kichwa, pero hoy se considera una verdadera waorani.

En Sucumbíos, junto a su gente que llevó de Pastaza para una suerte de intercambio, impulsó proyectos como el sistema de recolección de agua lluvia para evitar que en las comundidades se consuma agua de los ríos contaminados.

El apoyo a las mujeres en las diferentes comunidades.

Dos años después volvió a su comunidad para liderar la defensa de sus territorios. A su llegada, incentivó a elaborar un mapa en el que se delimitaron las 180.000 hectáreas, que no pueden ser tocadas por ninguna petrolera. Esa una evidencia clave para la demanda contra el Estado ecuatoriano, en busca de evitar la destrucción como ocurrió en otras comunidades amazónicas.

Así es como sigue incansable Nemonte Nenquimo, una de las 100 voces más influyentes en el mundo, empujada por ese espirítu guerrero que caracterizó a los waorani por miles de años. Pero ahora con una estrategia nueva y una cosmovisión propia: "No matar, sino con conocimientos, valores y una gobernanza propia". 

Motivó a elaborar un mapa de este territorio waorani para defenderlo contra las petroleras.

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